Conservar la vida en el planeta depende del buen aprovechamiento de los recursos naturales, de los cuales, muchos son renovables. Sin embargo, el ritmo de producción acelerado que caracteriza las últimas décadas de la historia de la humanidad, interfiere con el proceso de recuperación que es necesario para que la naturaleza se regenere.
Alentar nuestros patrones de consumo significa respetar el proceso que debe recorrer un producto o servicio para llegar a nuestras manos; desde los materiales usados para crearlo y las personas empleadas para hacerlo, hasta la manera en que se distribuye.
La sustentabilidad es una necesidad que apremia a las sociedades modernas; una decisión colectiva que surge de la iniciativa individual. En este sentido, los líderes de empresas juegan un papel importante impulsando el desarrollo sostenible.
¿Qué es el desarrollo sostenible?
La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo “Nuestro Futuro Común”, también conocida como el Informe de Brundtland (1987), reconoce al desarrollo sostenible como aquel que “satisface las necesidades actuales de las personas sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas”.
Consiste en tomar medidas concretas hacia el mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos, a través del consumo sostenible, la gestión responsable de los residuos que producimos y el respeto por la vida.
Crear soluciones soportables en lo ecológico, viables en lo económico y equitativas en lo social, es posible con el esfuerzo organizado de la sociedad, las empresas y el gobierno.
Estrategias de Sustentabilidad en las empresas
Las empresas pueden tener un impacto positivo o negativo sobre la sociedad. Aquellas que buscan reducir su huella de carbono y mejorar las condiciones para sus colaboradores, logran contribuir en gran manera al bienestar social.
A continuación, te traemos estrategias para alentar la sustentabilidad en tu empresa:
Gestión empresarial
La gestión empresarial sostenible busca equilibrar los objetivos económicos con el cuidado del medio ambiente y la responsabilidad social, en un balance que resulte beneficioso para todas sus partes; de esta manera se asegura el bienestar de la empresa, al igual que de la comunidad en la que opera.
Consiste en analizar el impacto ambiental de las operaciones de la empresa y tomar decisiones que reduzcan los aspectos negativos y, en cambio, proponer metas internas que contribuyan a alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de 2030.
Prácticas laborales
El octavo objetivo de desarrollo sostenible tiene que ver con trabajo decente. Un trabajo precario sólo permite vivir una vida precaria; mejorar las condiciones laborales es mejorar la calidad de vida de las personas e impulsar el bienestar social.
El respeto por la humanidad de los trabajadores debe estar presente al garantizar los derechos en el trabajo, ofrecer contratos justos, extender la protección social y fomentar el diálogo horizontal; también en la equidad y no discriminación.
Seguridad y salud laboral
Según la Organización Internacional del Trabajo, las enfermedades y accidentes laborales ocasionan 6.400 muertes al día y al menos 860.000 lesiones; cifras que resultan en gastos de hasta 2,8 billones de dólares anuales para las empresas en interrupciones de la producción, rehabilitaciones e indemnizaciones.
Invertir en un ambiente de trabajo seguro y saludable, a través de la capacitación constante e implementación de medidas preventivas, impulsa el desarrollo sostenible mientras incrementa la capacidad productiva de la fuerza de trabajo.
Compromiso con el medio ambiente
Este aspecto implica pasar hacia modelos sostenibles de producción de bienes y servicios, donde intervienen todas las etapas de la cadena productiva; desde el origen de la materia prima hasta el modo de distribución y consumo.
Las empresas sostenibles se comprometen a reducir su emisión de gases tóxicos al ambiente, usar eficientemente los recursos que les sean necesarios y manejar adecuadamente los residuos resultantes.
Responsabilidad social
Algunas empresas toman la decisión de reducir las desigualdades en su comunidad a través de diferentes acciones de responsabilidad social.
Esta estrategia consiste en identificar las áreas en las que la contribución de la empresa sea beneficiosa para la sociedad: haciendo un buen uso de los recursos, gestionando adecuadamente los residuos, optando por esquemas de trabajo más flexibles, abogando por la equidad, o incluso donando a alguna causa importante.
El desarrollo sostenible es el motor de un mejor futuro para la humanidad.
En Senda Citi sabemos que el futuro es el trabajo de hoy, por eso apostamos por una gestión empresarial responsable y sostenible.
Lee más sobre cómo contribuir al bienestar social y agregar valor a tu empresa en la sección de Líderes Productivos de nuestro blog.
Staff Senda Citi
Equipo de comunicación Senda Citi