Conforme pasan los años, los trabajadores del mundo padecen los estragos de un mercado laboral deteriorado, que produce un círculo vicioso: cuanto menos importancia le da una empresa a sus empleados, menor valor generan ellos para la empresa.
La sabiduría popular dice que no es posible apagar un fuego con más fuego; así que, de la misma manera, no es posible acabar con una crisis induciendo otra. Los expertos en capital humano argumentan que para romper el ciclo de depreciación mutua es necesario considerar el bienestar del empleado como una inversión.
La Responsabilidad Social Empresarial es la habilidad de responder a las necesidades de la sociedad desde el ámbito empresarial. Atiende la necesidad de que las empresas asuman el impacto que generan sus operaciones para la sociedad, a través del fomento de buenas prácticas en los negocios.
Este compromiso es voluntario y permanente, se basa en principios éticos y está sujeto a evaluaciones para verificar su efectividad. Se orienta a personas, como los trabajadores de una empresa, la comunidad donde opera y la sociedad en general.
Su objetivo es generar valor para todos los involucrados al mejorar las condiciones laborales, y por ende, de vida. También incide en el rendimiento de la empresa: a mayor bienestar, mayor productividad, que significa mejores ventas y ganancias.
La RSE sostiene que generar riqueza sin bienestar perjudica a la sociedad; en cambio, una empresa enfocada en mejorar la calidad de vida de sus colaboradores, contribuye a impulsar el desarrollo sostenible en la comunidad donde opera.
La responsabilidad social con enfoque en capital humano surge a partir de la economía del bienestar, cuyo propósito es poner la economía al servicio de las personas y las comunidades, respetando los límites del planeta.
Esta visión defiende que una empresa exitosa se hace de colaboradores exitosos, por lo que es responsabilidad de la gestión empresarial contribuir al mejoramiento de las condiciones dentro y fuera de la empresa.
Implementar medidas de flexibilización de la relación laboral, de los tiempos y lugar de trabajo, así como extender prestaciones sociales para conciliar la vida laboral, personal y familiar resulta en empleados más felices y motivados en sus puestos.
La responsabilidad social agrega valor que se refleja en la competitividad, la imagen y el rendimiento de la empresa. Ofrece beneficios como la retención de talento, el aumento de la creatividad y soluciones eficaces e innovadoras.
Existen estadísticas que comprueban el éxito de invertir en el activo más valioso de una empresa: sus colaboradores. Según el informe de The Workplace Wellness Alliance del Foro Económico Mundial, el retorno de la inversión promedio es de 2,54 euros por cada euro gastado en programas de bienestar y motivación laboral.
Crear un ambiente que motive a los colaboradores a dar lo mejor de sí depende de las acciones que implemente la gestión empresarial para impulsar la motivación laboral y contribuir al desarrollo de la comunidad.
Pero, ¿qué hace una empresa responsable con sus colaboradores?
El desarrollo responsable y sostenible también es rentable. Apuesta por satisfacer las necesidades en el área de trabajo, crea un ambiente de bienestar en tu empresa y observa cómo la felicidad de tus colaboradores se convierte en la tuya.
Iniciar en el camino de la responsabilidad social no tiene por qué ser complicado: descubre todos los beneficios que el servicio de transporte privado de Senda Citi ofrece para tu empresa y la sociedad.
Contribuir a mejorar las condiciones laborales para tus trabajadores y aportar valor a tu comunidad, al mismo tiempo, es posible con Senda Citi.