Un fenómeno vinculado a la necesidad constante de explorar nuevas oportunidades profesionales está cambiando las tendencias de los mercados laborales. Hablamos del job hopping.
Las motivaciones para ser un job hopper varían de un sector productivo a otro. En la actualidad, este fenómeno o tendencia, no se puede limitar solo a factores generacionales o niveles socioeconómicos, por ejemplo.
Los profesionistas de esta época entienden el trabajo de formas diferentes. Esperan satisfacción, no solo laboral, sino también personal al cumplir con sus objetivos. Así como también oportunidades para seguir creciendo.
Si estás interesado en conocer qué es y cómo evitar el job hopping; entonces sigue leyendo, que este artículo es para ti.
Expertos en el área de recursos humanos definen el job hopping como un fenómeno en pleno auge. Se refiere a personas (job hoppers) que cambian de trabajo con mucha frecuencia. Estos cambios son voluntarios y planificados, en ciertas ocasiones.
Según este concepto, un job hopper cuando busca empleo, no pretende quedarse en él por un tiempo prolongado a menos que subsane sus necesidades y expectativas.
Y aunque el escenario parece negativo a simple vista, la percepción del job hopper ha venido cambiando. Si bien en el pasado las empresas descartaban por completo a este tipo de candidatos, ahora intentan retenerlos.
Las organizaciones se han dado cuenta que los job hoppers tienen mucho que aportar y que su contratación y larga estadía en la empresa puede traer distintos beneficios a la productividad de la misma.
Es tan común porque los empleados ya no se conforman con las mínimas condiciones de comodidad que puede ofrecer una empresa. Se interesan por formar parte de organizaciones con ventajas competitivas y que busquen el bienestar de sus empleados.
Empresas que les ofrezcan beneficios en temas de horario, capacitación y mejores prestaciones. Y estos comportamientos no solo se ven en ciertos perfiles profesionales, también es posible notarlos en industrias como las de la manufactura.
En la industria de la manufactura este comportamiento se refuerza, sobre todo, por temas de horarios y bajas prestaciones. Las largas jornadas laborales agotan al personal que no se considera bien remunerado por el esfuerzo invertido.
Los trabajadores de este gremio están rotando constantemente de empresa, buscando bienestar, no solo individual, también para su familia. Cambian de empleo cuando se les ofrecen mejores condiciones en horarios o posibilidad de tener un seguro de gastos médicos.
También sopesan si las empresas brindan transporte de personal, ya que en ciudades con dificultades en la movilidad, este beneficio cobra mayor importancia, ya sea por la escasas unidades de transporte público o porque su lugar de trabajo está a gran distancia de su hogar. Esta prestación representa un enorme ahorro, ya sea en recursos de su presupuesto o malos ratos en el transporte público.
Si la principal característica de un job hopper es la búsqueda de nuevos retos y bienestar, hay que darle alternativas dentro de la organización. ¿Cómo? Incluyéndole, por ejemplo, en proyectos cortos que le permitan asumir otros rápidamente.
Los job hoppers también tienen la necesidad de desarrollarse en entornos laborales propositivos que les provean de oportunidades entre equilibrio personal y su trabajo.
Es por esto que evitar el job hopping no es una labor sencilla. Implica identificar los puntos que hacen fuerte a la organización en la generación de satisfacción, para destacarlos, y de igual manera los débiles para mejorarlos.
Para retener al personal, en especial a los job hoppers, se requiere armar un plan estratégico en la empresa. Este debe ser flexible, entendiendo el cambio constante en las variables del mercado laboral.
Retener al mejor personal obliga a las organizaciones a estar en sintonía con las necesidades e inquietudes de sus empleados, sea su labor operativa, en planta o en manufactura. Aplicar encuestas para conocer el ánimo de la fuerza laboral es buena opción para conocer qué está pasando en lo interno.
Partiendo de allí se pueden brindar alternativas y razones de peso a los empleados para quedarse. La clave está en escuchar activamente a los trabajadores.
Pero ciertamente, hay estrategias genéricas que se pueden llevar adelante para mantener al personal:
Capacitación y planteo de objetivos retadores: los job hoppers están en la búsqueda constante de nuevos retos. Es por ello que las empresas deben asignarles actividades innovadoras cada vez que sea necesario, así como la capacitación necesaria para desarrollarlas eficientemente. Estas actividades pueden ser individuales o grupales.
Crear un clima laboral positivo: se refiere a promover el trabajo en equipo, planificar dinámicas especiales fuera del entorno diario de trabajo. Motivar a los trabajadores a apoyar a sus compañeros y destacar la idea de que el esfuerzo colectivo es aún más valioso que el individual.
Establecer incentivos: pagar al personal, no solo un sueldo base ajustado al mercado, sino algunos extras más, será un punto a favor para la empresa. Pueden ser prestaciones atractivas mayores a las establecidas en la ley.
Facilidad de traslados: otro estímulo interesante para la fuerza trabajadora de las empresas es la posibilidad de apoyar sus traslados hacia la empresa y desde la empresa. Asegurarles que llegarán cómodos, seguros y a tiempo a su lugar de trabajo es garantía de arraigo a la empresa.
Ajustes de salarios continuos: evaluar constantemente el desempeño de los trabajadores para mejorar continuamente los salarios es otro factor motivador. El personal se sentirá más apreciado y con ganas de mantener su posición en la empresa.
Crear programas de apoyo al empleado: como atención al personal y médica familiar.
El job hopping es un fenómeno en crecimiento. Y más allá de preocupar a las empresas, las está motivando a adaptarse a nuevos esquemas. ¿En qué sentido? Haciendo que ofrezcan mejores alternativas de crecimiento en la organización.
También en generar beneficios para la satisfacción profesional y personal de los empleados. Beneficios atractivos y constantes que los hagan pensar dos veces antes de saltar al siguiente empleo.
Prestaciones mayores a la de la ley, atención al personal, programas de mejoramiento continuo son algunos de estos atractivos. Al igual que brindar un eficiente servicio de transporte de personal, como el que ofrece Senda Citi.
Senda Citi tiene más de tres décadas de experiencia proveyendo transporte de personal con altos estándares de calidad. Contamos con operadores calificados, tanto en las funciones de conducción, como en atención al cliente.
También somos los mejores en el mercado porque capacitamos constantemente a nuestros operadores en la Universidad de Autotransporte Senda (UAS), para que constantemente sean retados y mejoren sus habilidades. Asimismo, la preparación de nuestros operadores garantiza su certificación en áreas vitales como la seguridad vial y cuestiones elementales en casos de emergencia.
¿Interesado en conocer cómo Senda Citi puede ayudarle a darle razones a sus empleados para quedarse por mucho tiempo en su organización? Contáctanos